Como provincia y como familia religiosa, este es un momento importante para dar gracias de manera especial por las bendiciones abundantes que Dios ha derramado sobre nosotras, que han sido particularmente visibles en los últimos años: hemos recibido «gracia sobre gracia».
Cada vez que nos preparamos para una nueva renovación, nuestros corazones arden con el fuego de amarte, con el deseo de hacer Tu voluntad. Aunque sabemos que, en nuestra vida diaria, inevitablemente encontraremos debilidades y tropiezos y todos nuestros errores, pero que Dios infunda en nosotras una fe fuerte y un amor constante