Estamos en una generación pandémica. Todos los días, hagamos lo que hagamos, dondequiera que vayamos… hay “Miedo”. La gente tiene miedo de contaminarse, miedo de contraer el virus, miedo de infectarse. La gente hoy en día está ansiosa, preocupada, nerviosa, aterrorizada y asustada. Sí, esta es la realidad de lo que observamos y experimentamos en este momento. Lleno de caos, miserias y negativismo. Pero la cruz de Cristo representa “POSITIVIDAD”. Siempre que entran negativismos… recuerde la “CRUZ” de Jesús, siempre es positivo.
El Resucitado nos da la certeza de que el bien triunfa siempre sobre el mal, que la vida vence siempre a la muerte y nuestro final no es bajar cada vez más abajo, de tristeza en tristeza, sino subir a lo alto.” Que nuestro gozo en este tiempo sea verdaderamente profundo. ¡Cristo ha resucitado y nosotras resucitaremos con él!
Con mucha alegría y gratitud hemos vivido este último tiempo en la Misión de Vietnam, pues siempre es un gozo y regalo de Dios ver y compartir el camino y la misión de las hermanas más jóvenes que van iniciando, renovando o comprometiendo su seguimiento al Señor hasta la muerte en nuestra Congregación.
Que nuestra forma de vida, sobre todo, el amor fraterno que nos une, va más alla de nuestro entorno y nos hace constructoras de la fraternidad y amistad social que el Santo Padre nos invita a todos en su enciclica Fratelli Tutti.
Sor Mª Asunción González, O.P.
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Solidaridad es el gesto más destacado en muchas de nuestras comunidades durante el tiempo de Navidad. Es la mejor manera de compartir las bendiciones y el gozo que nos ha traído el nacimiento de Dios, que se hizo carne para estar con nosotros. Además, la realidad mundial que estamos viviendo nos ha impulsado a abrirnos más a las necesidades que vemos en nuestro alrededor.
El Adviento es tiempo para caminar e ir al encuentro del Señor. Es estar atentas a descubrir los planes de Dios para nosotras, seguir su eco y adecuar nuestros pasos a los caminos que Él nos marca. En este tiempo no solo vivimos la espera de la Navidad, sino que también estamos invitadas a despertar la espera del regreso glorioso de Cristo, preparándonos para el encuentro final con Él, su segunda venida.
Sor Mª Asunción González, O.P.
En su mensaje la Madre General dio su consejo sobre el ejercicio de este servicio. Destacó también la importancia de la unidad y ayuda mutua ya que el bien de la comunidad se consigue no solo por el esfuerzo de la Priora sino por la colaboración entre todas las hermanas que la constituyen.
¡Te deseamos mucho ánimo, Sor Jesusa!