La Iglesia nos pide elaborar un protocolo para garantizar la salvaguardia y proceder correctamente en casos de malas prácticas o abusos cometidos hacia personas en situación de vulnerabilidad bajo nuestra tutela, en nuestros apostolados o entre las hermanas. Teniendo en cuenta la diversidad de las legislaciones de cada país, compete a cada centro de nuestros apostolados elaborar dicho protocolo. Sin embargo, consideramos importante también elaborar un documento de pautas para un correcto proceder ante incidencias entre las hermanas.
El hecho de vivir en una comunidad exige crear o mantener un ambiente que garantize la promoción, crecimiento y fidelidad de la vocación de cada hermana en el Instituto. La relación fraterna que debe reinar en nuestras comunidades es una tarea que se debe fomentar a través del trato en el día a día. Por eso, es importante el fomento de la cultura del cuidado entre nosotras porque nos hace responsables del bienestar de unas para con las otras. En este sentido cada hermana se hace consciente de la repercusión de su actuación hacia los demás.
El documento está dirigido a todas las hermanas del Instituto.