Carta de la Priora General – Adviento y Navidad 2024

Por 1 diciembre, 20242024-carta

Adviento y Navidad 2024

Muy queridas hermanas:

            Mientras nos encontramos en el umbral del Adviento, una temporada llena de anticipación y profunda reflexión, nuestra mirada se dirige a la grandeza de la bondad de Dios que pone en marcha el cumplimiento de la promesa de salvación, abriendo nuestros ojos hacia el camino que tenemos por delante. Es un tiempo breve, pero nos puede traer una bendición maravillosa si nos damos momentos de tranquilidad que nos permiten acercarnos a Dios.

Este año, nuestra anticipación se acrecienta mientras preparamos nuestro corazón y nuestra mente para la celebración del Año Jubilar 2025, un tiempo de renovación, gratitud y comunión más intensa con nuestro Creador. Este tiempo sagrado nos invita a reflexionar profundamente sobre el significado de la venida de Cristo y el poder transformador de su amor y gracia en nuestras vidas.

Me gustaría que comenzáramos el Adviento con el corazón dispuesto para abrazar el espíritu del Jubileo y vivirlo como una oportunidad extraordinaria para la renovación y la reconciliación.  Por ello, es oportuno que revisemos nuestro camino como comunidad y acerquémonos unas a otras, como una familia unida en la fe y el amor.  Quizás nos ayuda preguntarnos esta vez, ¿Cuántas veces he tendido mi mano a las hermanas de mi comunidad? ¿Mi modo de vivir transmite entusiasmo que anima a mis hermanas avanzar en el camino? Con sentimiento de comunión, apoyémonos unas a otras, compartamos nuestras cargas y alegrémonos de nuestras bendiciones, sabiendo que estamos caminando juntas hacia una celebración mayor.

En un mundo afligido de conflictos, es nuestra misión buscar el perdón donde ha habido división, sanar las heridas, reconstruir puentes rotos y renovar nuestro compromiso con la justicia y la paz.  Hagamos de nuestra vivencia un anuncio del Evangelio que estimule a los demás a unirse a nosotras en este camino de fe, para celebrar como un pueblo unido la infinita misericordia de Dios y extenderla a quienes nos rodean, fomentando un ambiente de compasión, solidaridad y unidad. 

Estamos llamadas a ser conscientes de los necesitados, ofreciendo nuestro apoyo y amor de maneras tangibles. Señalo de manera particular a nuestra comunidad y hermanos afectados por el tifón en Batanes y las familias víctimas del reciente aluvión en España.  Seamos solidarias con ellos porque al practicar la solidaridad, fortalecemos nuestros lazos comunitarios y nos damos cuenta de que somos parte de algo más grande que nosotras mismas y que podemos marcar la diferencia en la vida de los demás. Para mi es una manera muy especial para hacer sentir la presencia de Dios en el mundo y su cercanía en la vida de las personas.  También los pequeños actos de bondad a diario, quizás sin darnos cuenta, pueden aliviar el sufrimiento de los demás.

Cada vela que encendemos en la corona de Adviento es un símbolo de la creciente luz de Cristo en el mundo, que hace retroceder la oscuridad y llena nuestros corazones de esperanza y paz.  Que nuestra esperanza irradie a todos los que nos rodean y transmita esa fuerza que impulsa a seguir adelante a pesar de las dificultades. Es el faro que ilumina nuestro camino hacia el encuentro con Cristo.

Que la Virgen María nos acompaña en la espera del Señor. Que el ejemplo de su fe nos inspire a anticipar con alegría el nacimiento de nuestro Salvador, Jesucristo.           

¡Feliz Adviento y Navidad!

                                                                       Un abrazo fraternal y mi oración,

Sor Mª Asunción González, O.P.

                                                         Priora General

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