Cada época tiene su encanto y desescanto y como cada uno es hijo de su época, ello nos lleva a decir la frase tan sabida de “en mi época” “en mi tiempo” “antes” y valoramos lo que hemos vivido, pero los que no han vivido “esa época, o tiempo o ese antes” pues no lo comprenden. Con lo cual los que vivimos en la “época actual” aunque no comprendamos a los nacidos en ella, tenemos que ser conscientes de que tenemos que ser nosotros las que les tenemos que entender y no esperar a que ellos nos entiendan a nosotros. Aunque la fusión de las dos “épocas” y “tiempos” sería lo ideal.