Carta de la Priora General – Santa Catalina 2020

Muy queridas hermanas,

 

            Ya próxima la celebración de la fiesta de Santa Catalina de Siena. Nuestra hermana, hoy como en su tiempo, con su riqueza humana, civil y cristiana se pone a nuestro servicio a través de su fuerte y dulce personalidad, por medio de la ejemplaridad y santidad de su vida.

 

            En estos días difíciles que estamos viviendo, quizás sea oportuno recordar que Santa Catalina fue también una gran benefactora de la sociedad. En su tiempo en Siena, hubo una terrible peste y ella en su ardiente caridad trabajó intensamente para aliviar a los enfermos.  Su intensa vida de oración, se juntó con la atención a los pobres y a los enfermos.  Siempre estaba al lado de los que padecían por causa de esta peste, consolándoles y preparándolos para la muerte.  Sus historiadores nos cuentan que incluso en muchos casos los enterraba con sus propias manos.

 

            Por supuesto que hoy día, no podemos hacer lo mismo que ella hizo. Esa labor la están realizando, los médicos, enfermeras, otros tipos de personal de sanidad y protección civil…, en más de una ocasión entregando en este generoso y heroico servicio sus propias vidas. También muchos sacerdotes y religiosos, han perdido la vida por prestar la ayuda espiritual, humana y psicológica, tanto a los enfermos en sus últimos momentos, como a sus familiares.

 

            Hoy todas nosotras estamos implicadas en la lucha contra el Covid-19. La primera y mayor epidemia de alcance global de nuestra era, que está cambiando la vida ciudadana de millones de personas. Nos hemos encontrado de una manera inesperada con este corona-virus y para el que la única solución que se nos ofrece de momento es lavarnos las manos y recluirnos en nuestras casas. Es cierto que como ciudadanos debemos de cumplir con las directrices de las autoridades, pero más allá de esto, nosotras como cristianas y como religiosas debemos aportar nuestro testimonio evangélico con nuestra serenidad, esperanza y solidaridad en medio del caos que todo ello lleva consigo.  Depositando nuestra confianza en la oración que debemos intensificar en favor no sólo de las víctimas, sino también de las familias.

 

            Quiero concluir resumiendo las palabras del Papa Francisco en la mañana de la Pascua dirigidas a los afectados por el virus: que el anuncio de la resurrección de Cristo transmita a la humanidad “el contagio de la esperanza”. No se trata de “una fórmula mágica” capaz de hacer “desaparecer los problemas”, porque la victoria de Jesús no anula el sufrimiento sino que transforma las heridas de su cuerpo crucificado en lumbreras de esperanza. (L’Osservatore Romano, 14 abril 2020)

 

            Os deseo Feliz Fiesta de Santa Catalina. Que su coraje en afrontar las necesidades de su tiempo nos contagie.

           

Un abrazo fraternal y mi oración,

 

 Sor Mª Asunción González, O.P.                                 

 Priora General

Otros idiomas