La internacionalidad es un elemento esencial de nuestro carisma y un rasgo importante de nuestra identidad congregacional.
Para posibilitar que desde los primeros años de la formación las hermanas vayan asumiendo la historia de la Congregación, sus personas, sus tareas y sus realidades hemos establecido un Juniorado Internacional con los siguientes cuyos objetivos:
- Potenciar la internacionalidad e interculturalidad.
- Acrecentar el sentido de pertenencia al Instituto
- Hacerlas conscientes de su vocación misionera, insertándose en ella.
- Lograr una lengua común.
- Ejercitarse en el diálogo, el respeto y la valoración de la diversidad.
Actualmente 14 jóvenes de diversos países realizan su formación en España, concretamente en Valladolid, desde donde después de dos años, serán enviadas a la misión.
Para no limitar la formación a una determinada “etapa” de la vida y posibilitar el crecimiento en la conformación con Cristo y en la adhesión al carisma y a la misión, y para enlazar la formación inicial con la formación permanente, venimos realizando desde hace quince años, dos meses al año de Formación Permanente Internacional con estos objetivos:
- Revisar y profundizar:
- Nuestra relación con Dios, con la Comunidad y la misión confiada.
- Fomentar la espiritualidad de comunión y el valor de la fraternidad.
- Reforzar la identidad carismática misionera, desde un análisis de nuestras realidades.
- Revisar nuestro estilo de vida en conformidad con el voto de pobreza, haciéndonos conscientes de que la crisis económica mundial está generando más pobres.
- Aclarar cualquier duda en cuanto a la interpretación de las Normas propias, y constatar posibles lagunas.
En este periodo que se realiza en España, y cada año un grupo diferente de hermanas, se aprovecha para recorrer los lugares relacionados con la vida de Santo Domingo de Guzmán y los orígenes de la Orden de Predicadores. Recorrer, ochocientos años después, los mismos caminos, poblaciones, casas e iglesias que marcaron el itinerario de Domingo nos permite comprender e interiorizar su espiritualidad y el carisma que nos legó.